Mis periquitos.

jueves, 24 de marzo de 2011

Nada.

Mi amigo me había telefoneado por la mañana y su voz me llenó de ternura por él. El sentimiento de ser esperada y querida me hacía despertar mil instintos de mujer; una emoción como de triunfo, un deseo de ser alabada, admirada, de sentirme como la Cenicienta del cuento, princesa por unas horas, después de un largo incógnito. Me acordaba de un sueño que se había repetido muchas veces en mi infancia, cuando yo era una niña cetrina y delgaducha, de esas a quienes las visitas nunca alaban por lindas y para cuyos padres hay consuelos reticentes.
Esas palabras que los niños, jugando al parecer absortos y ajenos a la conversación, recogen ávidamente: «Cuando crezca, seguramente tendrá un tipo bonito», «Los niños dan muchas sorpresas al crecer»... Dormida, yo me veía corriendo, tropezando, y al golpe sentía que algo se desprendía de mí, como un vestido o una crisálida que se rompe y cae arrugada a los pies. Veía los ojos asombrados de las gentes. Al correr al espejo, contemplaba, temblorosa de emoción, mi transformación asombrosa en una rubia princesa —precisamente rubia, como describían los cuentos—, inmediatamente dotada, por gracia de la belleza, con los atributos de dulzura, encanto y bondad, y el maravilloso de esparcir generosamente mis sonrisas… Esta fábula, tan repetida en mis noches infantiles, me hacía sonreír, cuando con las manos un poco temblorosas trataba de peinarme con esmero y de que apareciera bonito mi traje menos viejo, cuidadosamente planchado para la fiesta. «Tal vez —pensaba yo un poco ruborizada— ha llegado hoy ese día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias a vuestros comentarios mi blog es cada día mucho mejor. Gracias :)

El 90% de mí es ÉL.

El 90% de mí es ÉL.

No estamos hablando de lo mismo.

No estamos hablando de lo mismo.
A ver cuando te enteras que la felicidad no es tenerlo todo, a ver cuando te enteras de que tenerlo todo se llama ambición. Yo soy ambiciosa, pero gracias a la ambición soy feliz. Y me gusta serlo.

Que nos miren,

Que nos miren,
que se jodan.